Bienestar, ¿eso qué es?

A todos nos preocupa estar bien, pero… ¿Qué es el bienestar?

El bienestar, también entendido como felicidad, es un concepto en constante evolución. La psicología positiva se ha encargado en las últimas décadas de dedicarle numerosas horas de estudio a este fenómeno.

Vamos a hacer un pequeño recorrido por lo que este concepto abarca.

En este momento, podemos entender el bienestar como un concepto que engloba a su vez, otros dos: el bienestar hedónico y el bienestar eudaimónico.

El bienestar hedónico

Este tipo de bienestar, también es conocido como bienestar contingente o subjetivo.

Tiene que ver con la búsqueda de placer y evitación del dolor.

Depende en gran medida de lo exterior, de lo que la vida nos ofrece y nos pone delante.

En este sentido, es difícil que cada uno de nosotros, nos hagamos cargo de él. ¿O no?

Este tipo de bienestar, tiene a su vez dos componentes: uno cognitivo y otro afectivo.

El componente afectivo del bienestar hedónico

El componente afectivo del bienestar hedónico: el balance de afectos.

Efectivamente, una cantidad de nuestro bienestar, tiene que ver con la cantidad de emociones positivas que siento, en comparación con las emociones negativas. Esto es lógico.

En este sentido, una persona que tenga una afectividad positiva, se sentirá mejor. Es decir, experimentará mayor cantidad de emociones positivas y en mayor intensidad.

Por el contrario, las personas que tengan una afectividad negativa, se sentirán peor, ya que experimentarán más emociones negativas y de mayor intensidad

El primer paso para tener una afectividad positiva, es conectar con nuestras emociones. Lo que en psicología se llama autoconsciencia emocional.

Para eso, debemos conectar con nuestros sentidos.

Sabemos que nuestro cerebro, cuando no está haciendo ninguna actividad concreta, no deja de funcionar. Tiene un sistema que funciona cuando todo lo demás está apagado. Se llama la Red Cerebral por Defecto. Las personas más felices, más conectadas, más conscientes, cuando tienen esta red cerebral por defecto funcionando, están activas en el cerebro las regiones del lóbulo parietal, relacionadas con las sensaciones corporales. Por el contrario, las personas más infelices, que cuando no están realizando ninguna actividad están “rumiando” sobre sus problemas, tienen hiperactivada su corteza frontal. Por eso, es tan necesario tener en cuenta al cuerpo.

Sin embargo, estas emociones, ya sean positivas o negativas, no solo dependen del medio y de lo que tengo delante, sino también, de mi predisposición genética y mi carga hereditaria.

Se sabe que en gran medida, mi estilo de afecto, viene predeterminada genéticamente, ya que depende de mis rasgos de personalidad, casi en un 50%.

Las personas con afectividad positiva, tienden a tener una personalidad extrovertida, mientras que las que tienen afectividad negativa, tienden a tener una personalidad neurótica.

El componente cognitivo del bienestar hedónico

Es decir, si te gusta o no lo que tienes delante en aquellas cuestiones que son importantes para ti.

 

A su vez, la satisfacción que tengamos en estas áreas, dependerá de nuestras metas en cada una de ellas.

¿Cuáles son tus metas cotidianas, a corto plazo, a medio plazo y a largo plazo para cada una de esas áreas? ¿Cómo de satisfecho te sientes con ellas? ¿Qué acciones puedes hacer para conseguir esas metas?

El bienestar eudaimónico

El bienestar eudaimónico está relacionado con una vida con sentido, con un bienestar psicológico.

Tiene a su vez seis dimensiones:

Para poder desarrollar un bienestar psicológico óptimo, es imprescindible un proceso de autoconocimiento. Necesitamos conocernos en profundidad para poder vivir con sentido en cada una de las dimensiones.

El bienestar psicológico también tiene mucho que ver con la toma de consciencia de la que hablaba antes. Es importante definir “quien soy” para poder actuar con sentido en nuestras vidas. Por eso es tan importante desarrollar una mente “mindful” que nos permita estar presentes con quien somos, para desde ahí poder cosechar un buen grado de bienestar psicológico.

En resumen

El bienestar es un concepto amplio que contempla dos tipos del mismo.

Uno de ellos es el bienestar contingente o hedónico, que tiene que ver con lo que tengo delante, ya sea a nivel afectivo o cognitivo. Para poder disfrutar al máximo de este bienestar, debo aprovechar al máximo mi capacidad de sentir y estar conectado conmigo.

El otro, es el bienestar no contingente o eudaimónico, que tiene que ver con el sentido de mi vida. Abarca diferentes áreas, y todas ellas parten del autoconocimiento. Es necesario un proceso de descubrimiento personal a partir del cual se defina el sentido de todo lo que aparece en nuestra vida.

Para ambos tipos de bienestar, que son complementarios, es imprescindible la toma de consciencia, el sentir, el darse cuenta. El estar.

Sonia Garijo - Cartas espejo

¿Te apetece un punto de encuentro más cercano?

Una vez al mes me asomo a la ventana y te muestro mis procesos más humanos, sensibles y vulnerables.