Las heridas emocionales no resueltas tienen el poder de desconectarnos, sumiéndonos en el modo automático. Este proceso afecta nuestra capacidad de estar plenamente presentes en nuestras vidas diarias, de forma que nos centramos exclusivamente en las tareas diarias, las necesidades ajenas, el trabajo y los «tengo que», acabamos desconectadas de nosotras mismas. Si es tu caso, puede que hayas sentido…
- Ansiedad, depresión, apatía, tristeza sin sentido aparente.
- Sentido de soledad, anhelo de vínculos fuertes y comunidad.
- Autoexigencia y perfeccionismo.
- Estrés, sobrecarga, desbordamiento emocional.
- Desconexión de tus propias emociones y necesidades.
- Insomnio o dificultades para descansar.
- Irritabilidad y problemas para relacionarte de forma sana con los demás.
- Dependencias emocionales en algunas de tus relaciones.
- Estar en una crisis vital o estar desconectada de tu sentido de vida.